La ciudad sin salida


Poema y locución: Raül Rey
Imagen del vídeo: Laurent Perrot, Aplat, www.laurentperrot.com y https://www.facebook.com/laurentperrotphotography/
Música: Antonio Montilla, En el umbral del tiempo, http://diestadt.bandcamp.com/album/i-ciclo-de-poes-a-expandida-expoes-a-i 

Desde lo alto, la ciudad es una superposición
de cubos oscuros, geometrías oscuras, volúmenes tenebrosos.
En otro tiempo, algún ciudadano logró escapar.
Pero fue en otro tiempo. Hoy, de aquello, solo
quedan las madrigueras que los hombres cegados
por el sol y abril cavaron en los perímetros.
Ahora nadie puede abandonar la ciudad.
Algunos lo intentan, conducen sus vehículos
en círculos concéntricos, como los temblores
del agua; hay incluso quien extiende los brazos
y se cree volar, se cree flotar en la niebla impenetrable.
Pero todos al fin se hallan persiguiendo sombras
que tuercen por esquinas y callejones, sombras y sombras
y liviandades arrastradas por el viento, amontonadas
en las alcantarillas, en los ojos eclipsados de los transeúntes.
Afuera, dicen, siguen diciendo, está el campo,
donde no existen cerraduras ni sótanos ocultos.
Pero nadie ha visto el campo. Nadie lo recuerda.
La gente camina por las calles como manchas de carbón,
buscando una salida, conformándose
con la concavidad de las madrigueras, con el útero urbano.
¿De qué sirve esquivar rejas, subir escaleras en penumbra,
conquistar las azoteas para ser testigo
del opaco remolino de sombra, de la espesa danza de las tinieblas,
para comprender las matemáticas imperturbables de la soledad?
No queda, querido ciudadano, más salida que sucumbir...

Comentarios

  1. Poema locutado por el autor con la colaboración de Laurent Perrot (imagen) y Antonio Montilla (música).

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